Los 4 vestidos de novia de la realeza que serán un referente de moda por siempre
Melissa Lara
@melissalaranovias
La realeza, le pese a quien le pese, siempre ha sido una fuente de inspiración tremenda a la hora de buscar inspiración para bodas. Tan sólo hace falta ver algunas series o documentales de la época para entender el poder del vestir y su significado en los miembros de la familia real. Hace poco escribía sobre la importancia que tuvo el look de novia de Lady Di, así que ahora quise hace hincapié en otros vestidos de novia de la realeza que se han convertido en un referente de moda. Y sí, pasen los años que pasen, ten por seguro que estos diseños establecerán tendencia.
Kate Middleton
Fue Sarah Burton, sucesora de Alexander McQueen, la encargada de diseñar este tremendo vestido de novia, una de las creaciones que han marcado la estética nupcial en los últimos años.
El vestido de Kate siguió la tradición victoriana con un cuerpo encorsetado bordado de encaje y una falda voluminosa. El cuello en V fue fundamental para remarcar que la tradición y el estilo clásico siempre estarán a la orden del día, sin dejar de lado que este cuello es uno de los más favorecedores para todas las mujeres.
Como signo de elegancia, qué mejor que las mangas largas con transparencias, así como la cauda de casi tres metros que llamó la atención de inmediato. Una redefinición brutal de cómo llevar un look atemporal.
Princesa Eugenia
Uno de mis vestidos de novia favoritos. La Princes Eugenia supo cómo darle en el clavo al estilismo perfecto y con los acentos idóneos, y es que para el día de su boda eligió un vestido de novia con escote de hombros caídos ¡fascinante!
El diseño fue creado por Peter Pilotto, uno de los diseñadores más reconocidos en la industria de la moda internacional. El vestido estuvo confeccionado en jacquard de seda, viscosa y algodón, con bordados intrincados tanto en el cuerpo como en la falda.
Uno de los detalles sorpresa fue el marco en V en la espalda, así como las mangas largas, dos acentos que dejaron claro que las mujeres de la realeza sí que saben aprovechar las mieles de la tradición para crear estilismos que trasciendan la prueba del tiempo y las tendencias.
Meghan Markle
Por supuesto que no podía dejar fuera a la reina del minimalismo y el look de novia con más significados, y es que aunque ya no sea parte de la familia real, la imagen nupcial de Meghan Markle no sólo dio la vuelta al mundo, sino que fue protagonista de miles de comentarios.
Fue Claire Waight Keller, bajo la firma de Givenchy, la encargada de diseñar este vestido de novia, una creación de escote barco muy tradicional, mangas francesas y un toque minimalista muy ad hoc con la personalidad de Meghan.
A pesar de ser fuertemente criticado por algunos medios internacionales que esperaban un diseño más producido, el significado detrás de la austeridad de su look dejó de manifiesto que menos siempre será más, sobre todo cuando el look nupcial se convierte en una extensión genuina de tu personalidad.
Princesa Beatriz
Este vestido de novia fue uno de los más especiales, ya que el vestido perteneció a la reina. Un diseño con cuello cuadrado, muy al estilo Downton Abbey, mangas voluminosas y aplicaciones tanto en el cuerpo como en la falda.
Lo mejor de todo fue el color ivory, una ruptura de las reglas en comparación con otros estilismos que apuestan por el blanco ante todo.
Gracias al vestido y a los accesorios elegidos por la princesa, este es uno de los looks más significativos por todo el bagaje histórico y cultural de sus complementos. Una nueva forma de llevar las tendencias y hacerlo con un estilo único.
No cabe duda que cada uno de estos vestidos de novia de la realeza tienen un lenguaje estético claro, un camino de inspiración para que encuentres entre cada una de estas mujeres la mejor referencia para saber cómo deseas lucir en tu boda.
Recuerda que el vestido de novia debe ser una extensión de tu estilo, de quién eres y de cómo deseas mostrar tu personalidad al mundo en un día tan especial. Más allá de las tendencias, lo que realmente importa es que tú seas más tú en ese “sí, acepto”.